sábado, 25 de diciembre de 2010

Filosofía del Lenguaje

"No es que haya un lenguaje lógicamente perfecto, o que nosotros nos creamos aquí y ahora capaces de construir un lenguaje lógicamente perfecto, sino que toda la función del lenguaje consiste en tener significado y sólo cumple esa función satisfactoriamente en la medida en que se aproxima al lenguaje ideal que nosotros postulamos."
(Introducción al Tratactus de Wittgenstein)

La filosofía del lenguaje es una rama de la filosofía que estudia el lenguaje. Es decir, es la filosofía en cuanto estudia fenómenos tales como el significado, la verdad, el uso del lenguaje (también llamado "pragmática"), el aprendizaje y la creación del lenguaje, el entendimiento del lenguaje, el pensamiento, la experiencia, la comunicación, la interpretación y la traducción, desde un punto de vista lingüístico.

Los lingüistas se han centrado, casi siempre, en el análisis del sistema lingüístico, con sus formas, niveles y funciones, mientras que la preocupación de los ‘filósofos del lenguaje’ fue más profunda o abstracta, interesándose por cuestiones tales como las relaciones entre el lenguaje y el mundo, esto es, entre lo lingüístico y lo extralingüístico, o entre el lenguaje y el pensamiento. De los temas preferidos por la filosofía del lenguaje merecen ser destacados el estudio del origen del lenguaje, la simbolización del lenguaje (lenguaje artificial) y, sobre todo, la actividad lingüística en su globalidad, y la semántica en particular, la cual en la ‘filosofía del lenguaje’ aborda las designaciones y la llamada semántica veritativa.
Dos son las concepciones prearistotélicas del lenguaje: naturalismo, y convencionalismo. El naturalismo apuesta por la postura de la mimesis, en la que el lenguaje (componentes lingüísticos y ontológicos) ofrece un reflejo fiel de la realidad, y por tanto constituye un método heurístico para alcanzar el conocimiento de la realidad. El convencionalismo niega una conexión directa de tal forma que la utilización de los nombres es por convención social (nomoi construidos por ethoi). Niega pues la capacidad del lenguaje de ofrecer un reflejo fiel de la realidad.

El significado es un concepto fundamental para la filosofía del lenguaje. El concepto es mirado desde un punto de vista netamente filosófico y a veces psicológico. Por lo general, no se estudia lo que palabras individuales u oraciones puedan significar, cosa para la cual existen los diccionarios y enciclopedias. Así entonces, con respecto al significado, han surgido las siguientes preguntas: ¿cuál es la naturaleza del significado?, ¿qué significa la palabra "significado"?, ¿cuál es la razón por la cual las expresiones tienen los significados que tienen y no otro?, ¿qué expresiones tienen el mismo significado que otras? y ¿por qué?. ¿Cómo es posible componer las oraciones en "todo" con sentido?, ¿tienen las partes de una oración sentido? y ¿cómo pueden los significados de las palabras ser conocidos por los hombres? En una temática parecida, surge el fenómeno de la verdad y su relación con el significado. Más que estudiar qué oraciones son actualmente verdaderas, esta rama de la filosofía estudia qué tipo de significados pueden ser verdaderos o falsos. Así entonces, pueden surgir preguntas tales como: ¿Qué significa que una oración sea verdadera?, ¿Pueden oraciones sin sentido ser verdaderas o falsas?, ¿Pueden ser verdaderas o falsas la oraciones que se refieren a cosas que no existen? y ¿Son las oraciones las que son verdaderas o falsas, o es el uso de estas la que determina su valor de verdad?

La filosofía del lenguaje es parte vital de una filosofía en general, debido a que puede determinar noción de experiencia y la existencia del sujeto, así como también la noción de uno mismo.
A la filosofía no le interesa particularmente el lenguaje como sistema sino su relación con el mundo, con el pensamiento y con la cultura.
El lenguaje es una creación del hombre para entenderse y comunicarse con sus semejantes, utilizado como medio de expresión de sus intenciones, su pensamiento, sus sentimientos y emociones y representa una manifestación de la cultura. Los filósofos no se detienen en el significado de una palabra u oración sino en el sentido que tiene esa expresión, o sea lo que quiere decir y su verdad o falsedad. Casi todos los filósofos de la historia abordaron en algún momento el lenguaje, principalmente los ingleses, investigando su origen y tratando de desentrañar el misterio de los símbolos y la semántica.

El lenguaje expresa significados y una visión del universo; y cada filósofo tiene una forma singular de decir las cosas, creando las expresiones más elocuentes que identifican con mayor exactitud su manera de pensar. Existen de ese modo, expresiones filosóficas que llevan el sello del encuadre filosófico al que pertenecen y que fuera de ese contexto significan otra cosa. El lenguaje se relaciona con la cultura y no es estático sino que tiene el mismo dinamismo de la vida, cambia, crece y hasta puede llegar a morir como muchas lenguas antiguas. Define a una cultura y también la transforma. El lenguaje es el intento de descubrir el mundo interno y la expresión del espíritu. El pensamiento organizado y reflexivo es posible por medio del lenguaje que simbólicamente representa una idea del mundo que nos circunda. El pensamiento crea el lenguaje y el lenguaje hace posible el pensamiento. El hombre crea un discurso e intenta expresar sus ideas y su cosmovisión por medio del lenguaje que es el código de símbolos convencional creado por una cultura con la capacidad de adoptar distintas formas y combinaciones que definen una forma de ser y de pensamiento. Pero nunca el lenguaje podrá expresar con real exactitud una idea, ya que ésta siempre superará al lenguaje hablado; porque no nos alcanzan las palabras para definir nuestro pensamiento con la fidelidad que deseamos; y tampoco las ideas podrán ser interpretadas enteramente por el interlocutor, cuyo entendimiento estará inevitablemente limitado por su propia cosmovisión que es la condición que distorsiona los mensajes que recibe. La comunicación humana es el intento infructuoso de alcanzar a comprenderse mutuamente y los hechos históricos lo comprueban.
Como deciamos al inicio, lo que más les interesa a los filósofos es la pregunta: ¿Qué significado tiene una expresión que quiere decir alguna cosa?, ¿por qué las expresiones tienen el significado que tienen?, ¿qué expresiones tienen el mismo significado que otras expresiones y por qué?, ¿cómo puede conocerse el significado?, y la pregunta más básica: “qué se ‘quiere decir’ cuando usamos el término "significar”? En la misma línea los filósofos se maravillan sobre las relaciones entre el significado y la verdad. Los filósofos están menos interesados en conocer qué oraciones son realmente verdad, y más en qué tipos de significados pueden ser falsos y cuales verdaderos. Algunos ejemplos sobre las preguntas orientadas a la verdad, que los filósofos del lenguaje se preguntan incluyen: pueden oraciones sin significado ser verdaderas o falsas? ¿Qué ocurre con oraciones sobre cosas que no existen?; ¿son las oraciones las verdaderas o falsas?, o ¿es el uso de las oraciones las que las hace tales? El lenguaje y la verdad son importantes no solo porque son usados en nuestra vida diaria, sino que el lenguaje forma el desarrollo humano, desde la primera infancia y continúa hasta la muerte. El conocimiento en sí mismo se entrelaza con el lenguaje. Nociones de sí mismo, la experiencia, y la existencia pueden depender enteramente en cómo el lenguaje es usado y es aprendido a través del lenguaje. El mismo tema del aprendizaje del lenguaje nos lleva a preguntas interesantes. Es posible tener pensamientos sin tener lenguaje?, ¿qué tipos de pensamiento se necesita para que el lenguaje ocurra?, ¿cuánto influye el lenguaje en el conocimiento del mundo y como actúa en él?, ¿se puede de algún modo razonar, sin el uso del lenguaje?...
Russell y Moore autores destacados de la filosofía analítica, se esforzaron para eliminar las suposiciones de la filosofía que encontraron absurdas e incoherentes, para llegar a ver claridad y precisión en la argumentación por el uso exacto del lenguaje y por la división de las proposiciones filosóficas en componentes más simples. Russell, en particular, vio la lógica y la ciencia como la principal herramienta del filósofo. Por tanto, a diferencia de la mayoría de los filósofos que le precedieron a él y a sus contemporáneos, Russell no creía que hubiese un método específico para la filosofía. Una tesis filosófica que Russell compartió con Wittgenstein es la de que el análisis de la estructura del lenguaje constituye una vía válida para la comprensión de la realidad. Y era eso la razón de que en muchas ocasiones los problemas lógico-semánticos se hallen expuestos y resueltos en contextos epistemológicos u ontológicos.

Por lo que concierne a la teoría del lenguaje, Russell mantuvo dos tesis generales referentes 1) A la realidad del lenguaje con la realidad y 2) al aprendizaje de este. Estas tesis son: el realismo semántico y el principio de aprendizaje por familiarización, (acquitance), respectivamente. El realismo semántico consiste en su identificación de la teoría del significado con la teoría de la referencia, identificación que implica que el significado de una expresión es la entidad a la cuál sustituye. El principio de aprendizaje por familiarización postula que el significado de una expresión es la entidad a la cual sustituye.

Saber el significado de una expresión (teoría semántica) está estrechamente relacionado con el conocimiento de la realidad (epistemología) y este a su vez con la misma estructura de esto (ontología). La teoría del significado depende de las teorías ontológicas y epistemológicas en el sentido de que según sea la estructura de la realidad y nuestro conocimiento de ella, así será la estructura lógica del lenguaje y su significado.

La principal tarea de la filosofía es el análisis del lenguaje para poner de relieve su auténtica estructura lógica. El análisis ha de estar dirigido a mostrar la forma lógica del enunciado. Para Gadamer: todo discurso humano se nutre de una experiencia fundamental que no es otra cosa que la mediación lingüística de la comprensión. La experiencia primigenia de la que se deriva toda experiencia está en el lenguaje, entendido no como un sistema estructural independiente de las condiciones de uso, sino, por el contrario, como las diversas lenguas históricas que cobran realidad y fisonomía en los distintos contextos enunciativos. Los métodos científicos son también modalidades del lenguaje que deben ser remitidos a las condiciones históricas de la enunciación. Por ello, el ideal de una racionalidad objetivante como criterio último de verdad, esto es, de una racionalidad que prescinde de la historicidad, debe ser relativizado, esto es, debe ser reconducido a las condiciones históricas del lenguaje.

Entonces ¿cuál será el objeto de la filosofía?. La filosofía será de esta forma una actividad más no un saber sustantivo: " la actividad del análisis del lenguaje".


BIBLIOGRAFIA:

  1. Aristóteles, Metafísica (Libro II, 993a), Kenny (1973), p. 230.
  2. Avrum Stroll, “La filosofía analítica del siglo XX” Siglo XXI, 2000
  3. Carnap, R.  La estructura lógica del mundo. UNAM/Instituto de Investigaciones Filosóficas. 1988
  4. GADAMER, H. G., Wahrheit und Methode II. Ergänzungen. Register, J. C. B. Mohr, Tübingen, 1986 [Tr. Verdad y Método II, Sígueme, Salamanca, 1991].
  5. Hans-Johann Glock, What Is Analytic Philosophy (Cambridge University Press, 2008), p. 205
  6. H. Glock, "Was Wittgenstein an Analytic Philosopher?", Metaphilosophy, 35:4 (2004), pp. 419-444.
  7. John Searle (en Bunnin & Tsui-James (eds.), The Blackwell Companion to Philosophy (Blackwell, 2003, p. 1
  8. Popper, Karl R. La lógica de la investigación científica'. Tecnos.1994
  9.  a b Analytic Philosophy [Internet Encyclopedia of Philosophy] http://www.iep.utm.edu/analytic/ consulta 21 de septiembre de 2009.

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